domingo, 25 de noviembre de 2007

Coito ergo sum

Como decía el filósofo, no se cuál, pero decía, coito ergo sum. Para aquellos de los lectores que sean leídos no hace falta que les traduzca. Para los otros, por favor, ¡lean! Leer es bueno porque aprendes cosas, aunque los periódicos deportivos y prensa rosa no cuentan.

Pero no voy a seguir por esos fueros. Prefiero lo que se viene llamando la realidad. Porque en la vida no hay nada más real que la realidad. Y la realidad no es mentira casi nunca. Una vez vi a un tipo en la tele diciendo "Pepe, yo a veces sé cosas que yo no sé". Eso, que podría parecer una evidencia o perogrullada, en filosofía se viene llamando gilipollez. No creo que haga falta hacer sangre. Punto y aparte.

Disculpen a mi secretaria, que está buena, pero a veces no pilla las cosas. Sigamos. Nos vamos acercando al tema central de esta entrada: la realidad. Porque a veces, como dice aquel, sólo a veces, puede superar a la ficción.

Este blog se llama Los seis samuráis gays. Se preguntarán ¿por qué? Yo también. Pero eso son nimiedades. La cuestión es que no todos los que escriben en este blog son samuráis. Eso es evidente. Más que evidente. Ni todos los que escriben en este blog son gays. Eso no es tan evidente pero les pido un pequeño acto de fé. Así, lo único que es REAL, REAL aquí es que somos seis. Leídos o no, somos seis. ¡Y punto!