miércoles, 27 de febrero de 2008

Antología


Esta es la dramática historia real de un escritor que padecía una fobia extrema a terminar sus



10 comentarios:

Marisabidilla dijo...

Jajajajaja, sublime!

Belén dijo...

Pero eso tambien pasa con los...

El Samurái Entiende dijo...

Mari: Sublime a la par que humilde.

Belén:

Laviga dijo...

Sus qué!!! sus qué!!!?????

Anónimo dijo...

A TERMINAR SUS...deseos de colaborar con los lectores, para dejarlos a medias y con ganas de más.

besos!
La Sandiego y de Sara nada ;)

Anónimo dijo...

Vaya, esto me recuerda a la historia del escritor que padecia tripanosomiasis y zzzzzzzzzzzzzzzz

El Samurái Entiende dijo...

Laviga: A mí no me mire.

Silvia: Verdad que si?

Tse tse: Creeídooo

Raquel dijo...

Y el escritor este, no tenía por casualidad, un amiguete que le escribía los finales, verdad??? Ya sabes, el amigo perfecto y eso...

El Samurái Entiende dijo...

Raquel:
Cero de dos. No hay ni amigos ni finales perfectos.

Joder que estoy de un sensiblote.

Raquel dijo...

Oye,estás como pa' explicarte un problema !!! : )

Venga vaaaa, que te dejo entrar en mi habitación fucsia hasta que se te quite un poquito la sensiblonería. :)