martes, 4 de marzo de 2008

Vocacción


Se le humedecieron los ojos. Volvió a preguntar por segunda vez.

- Pero seguro que es ella?

Colgó el teléfono hecho un manojo de nervios, se vistió y fue al lavabo a lavarse la cara.

Lloraba como un niño, en 30 años de profesional de la autopsia clínica nunca le había emocionado tanto una muerte.

Norma Jean, ídolo de masas. La dulce Marilyn Monroe, tan joven, acababa de fallecer en extrañas circunstancias.


Y el forense necrófilo también tenía su corazoncito.


10 comentarios:

Raquel dijo...

"Y el forense necrófilo también tenía su corazoncito."

El corazoncito de quíen, de ella??? Lo tenía en las manos??? Es que acaso de lo arrancó ??? Jopelines, qué fuerte.

El Samurái Entiende dijo...

Raquel:
Has escrito "es que acaso DE lo arrancó".
No quiero ni un puto error más.

BorjaMari dijo...

"Por sus acciones lo conoceréis."

Tú eres el corrector gramatical del word!

Raquel dijo...

El Samurari Entiende:

Sólo quería asegurarme de que leías atentamente mis comentarios.

no bolbera a pasár.

El Samurái Entiende dijo...

Borjamari:
No.

Raquel:
Atentamente dices. Joder.
Desde tu primer comment que empecé a tatuarme cada una de las letras que has ido dedicando a este blog.

Raquel dijo...

Lo tendré en cuenta para mis próximos comentarios. Miraré de reducirlos al máximo para que así te puedas tatuar durante mucho tiempo. El problema va a venir cuando ya no quede más piel para tatuar.

Queremos fotos.

El Samurái Entiende dijo...

Raquel:
Bueno, piel para tatuar tengo para rato.
Y no te daré más pistas.
Ni tampoco sobre porqué no sería decoroso mostrar foto alguna.

Raquel dijo...

No necesito más pistas porque ya sé quién eres.

Un luchador de sumo, verdad???

El Samurái Entiende dijo...

Raquel:
Me rindo esta vez.
Me has tirado demasiado fuerte de los calzones.

Raquel dijo...

1-0 : )